La reimpresión de los “Barquitos” y el estudio técnico adjunto, trata de ser entre otras cosas un vehículo de estudio y de descubrimientos sobre la manufactura de esos sellos, el más raro de los sellos Argentinos.
La suma de los elementos elegidos para realizar ese diminuto sello no fue afortunada. La elección de un barco como imagen, el dibujo elemental del mismo, el hecho que no existan ejemplares perfectos, el papel quebradizo sobre el que se hizo la emisión no fue el ideal, la impresión fue muy deficiente, la colocación en la matriz con pequeños clavos en las puntas no es precisamente la mejor idea, los colores para la impresión no eran los mejores, la forma de eliminar los valores sin vigencia raspando zonas de los clisés para fabricar con las letras que quedaban los nuevos valores de circulación, denotan apuro, poca práctica y mucha falta de experiencia.
Personalmente creo que esa suma de características (convengamos en que la mayoría son consideraciones de tipo estético) no tienen nada que ver con el estudio filatélico. Sin embargo esta emisión tiene lo que ninguna otra serie de sellos de Argentina; son muy raros, muy costosos y salvo por un especialista enamorado de esta serie, no fueron muchos más los que pudieron estudiar a fondo esta emisión. Me refiero naturalmente a Víctor Kneitschel.
Alguien lo había intuido
NOTA DEL CATALOGO KNEITSCHEL 1958
En la página 93 del Tomo 1 del catálogo mencionado dice Don Víctor:
“El cuño fue grabado en Buenos Aires por Don Pablo Cataldi, en cobre, según la teoría de los investigadores tradicionalistas, o en MADERA DE BOJE, como opinan algunos modernistas.”.
Desconozco quienes pudieron ser esos ‘modernistas” pero sin duda intuyeron que algo había en ese grabado. Supongo que Kneitschell hizo ese comentario a raíz de la aseveración de Moens en su estudio (intuyó o supo?)
Creo que un jovencito que quiera completar la casilla de su primer álbum, casilla correspondiente a Barquitos va a sentir una gran frustración ya que hasta las reimpresiones existentes tienen precios muy elevados.
Este fue un factor de importancia para que me pusiera a contar esta experiencia de grabador-filatelista-impresor.
Al encontrarme con la plancha de los “Barquitos”, ciento treinta y cinco años después, sentí que debía hacer algo con lo que visualmente “adiviné” en ese momento. Si a eso sumo la enorme experiencia afectiva de tocar la plancha, limpiarle los años con mucho cuidado, acercarme a mi hijo que estaba cumpliendo sus nueve añitos y que con su hermosa cara sorprendida me ayudaba a elegir las hojas para ser impresas, era imposible no intentar relatarlo.
A pesar de todas esas experiencias, no estoy seguro que ellas justifiquen el atrevimiento y la irreverencia que pongo al trasladarlas al papel. Pero como parece que cada día hago menos uso de mi sentido autocrítico, aquí están estos hechos que puede que no sean sino una aventura más o menos técnica. Aún así, lo hago con la sana intención de dejar alguna enseñanza y aportar algo más al tema.
También es importante para mí, mostrar a las personas, que se puede escribir sobre un tema sin tener ni todas las seguridades, ni todas las pruebas, pero planteando razonables dudas. El sólo hecho de dejar constancia, creo que puede ser de ayuda a otros. Personalmente he sentido notables influencias de mucha gente que alguna vez se sentó a contar, simplemente ....lo que vio! Por pequeños o grandes que parezcan los temas siempre habrá alguien que se interese en ellos.
Por todos esos motivos (y algunos otros que tienen que ver simplemente con mis ganas y como para justificar también el enorme trabajo que me dio encontrar las planchas) quiero escribir estos hechos e ideas. Las hojas impresas que acompañan estos textos forman parte también de mis “Hojas de Vida”.
También me parece que estoy haciendo algún aporte al imprimir una hojita con 34 barquitos. Eso es, creo, una nueva posibilidad para "ver" los sellos, las variedades de las mismas en las posiciones tal como las había dejado el Sr Arata en las reimpresiones que efectuó en 1890.
Quizá con este estudio esté dejando en algunas personas la curiosidad por investigar, transcribirlo luego y también, (y esto como lección), que al leer estos textos míos, comprenda las ventajas que tendrá si lo hace con mayores conocimientos y prudencia.
En realidad este trabajo comenzó apenas ejecuté las reimpresiones a comienzos de Junio de 1988, pero por distintos motivos, entre ellos los comentarios del Sr W.Bose sobre el cuño de acero que encontró el Georg Bühler en Alemania, hicieron que postergara estos textos ya que uno de los principales motivos que guió esta investigación era la técnica utilizada en el diseño o cuño del original que dio paso a las matrices de impresión.
Pero en el momento en que desistí “por falta de pruebas”, estaba olvidando los otros motivos. Los placenteros, los días en la imprenta, el regreso cada noche con solo unas pocas impresiones bajo el brazo, los apuros con que tuve que hacerlo ya que debía viajar a Bogotá a los pocos días y finalmente el convencimiento, al paso de los años, que la teoría que he elaborado es la correcta. El problema es que no puedo probarla porque “el cuerpo del delito” o sea el original grabado a la manera xilográfica desapareció.
Todo esto tiene algo de novela policíaca, de desencuentros y suposiciones. Al ver hoy las pocas hojitas que pude imprimir, me siento como un héroe de la filatelia, con corazón de grabador honrado ya que no quise seguir imprimiendo porque los clisés iban a desaparecer dentro de los engranajes de la Heilderberg, ya que estaban sumamente flojos, faltaban clavos en sus ángulos y cada golpe de prensa podían hacerles aún mas daño.
También porque he creído y sigo creyendo hoy, que esa planchuela es parte de la historia de un país y que a alguien, algún día se le ocurrirá estudiar más a fondo el tema y le queda, aunque anulada, la posibilidad de tener esa plancha y analizar el plomo o la mezcla con estaño con que se hizo finalmente la matriz de impresión, y entonces volverá a entregar a los filatelistas un nuevo enfoque, una nueva posibilidad.
Sobre ese tema me interesa saber si existen en el "fondo" de los estereotipos señales de las herramientas conque fue devastado el original.
Existen todavía muchos interrogantes en toda esta historia...
¿Y para qué sirve todo eso, preguntará algún filatelista ansioso de poseer un Barquito amarillo que valorizaría su colección?
¿No es demasiado el tiempo invertido en demostraciones que no alteran el producto?
¿Sirve de algo probar que el original Nº1, fue grabado en madera?
¿Acaso altera su cotización? ¿Acaso agrega algo?
A veces también me lo he preguntado.
Además de todas las explicaciones que he dado, aquí va mi profunda e italianizada respuesta....... Perché me piache!
No creo que vaya a ser el último interesado en el tema de los Barquitos. Aparentemente además, ya todo se había escrito sobre esta serie de sellos. Creo que no le vendría mal entonces, un poco de conocimiento técnico, una pizca de reencuentro con la historia, unas reimpresiones más económicas, y un adorno para el álbum de aquéllos que coleccionan Argentina Clásica.
Es dar un paso hacia el encuentro con el origen.
Supongo que ya fueron suficientes las dis-culpas y el sentimiento explicado en estas líneas.
Dejaré estas notas impresas y también dentro de mi amigo Funes (mi “computer memorioso") para que Iván y Bernardo, mis hijos, puedan algún día hablar con alguien y al mostrarle esto y dirán....Mi viejo si que estaba medio tocado!
De todos modos se los dedico con todo mi amor.
Suficientes dedicaciones y explicaciones, ahora...al tema.
NOTA: Ahora es Agosto de 2009. Ahora existen los Blogs y las páginas web. Ahora este texto se ha vuelto masivo casi sin proponérmelo.
Los Barquitos son los primeros sellos del entonces "rebelde" Estado de Buenos Aires, separado de la Confederación Argentina el 11 de Septiembre de 1852.
En realidad fueron los segundos sellos impresos, pero los primeros emitidos, ya que la serie anterior (dibujo grabado en piedra= “litografía”) quemostraba un hombre a caballo en medio de la llanura y teniendo ante sí el sol en el horizonte no se emitieron ya que en ese momento aumentaron de las tarifas de porte. Esos sellos son los llamados “Gauchitos” de Buenos Aires.
Cuadro de "Gauchitos"
Antes de entrar en materia más o menos filatélica quisiera dejar en claro el motivo principal por el cual ahora dudo en exponer la teoría con la misma fuerza y convicción con que la planeé en 1988.
Luego de hablar con el Sr Walter B. L. Bose en su casa, allá por 1989 donde guardaba joyas de sus investigaciones de toda la vida, me propuse buscar una traducción que el mismo Bose hizo en 1955 de un artículo realizado por Georg Bühler. Este artículo firmado en Berlín, en el verano de 1955 relata como en una vieja caja de cigarros de un viejo coleccionista se encontraron, un cuño de acero y siete matrices que el llamó "originales", de los Barquitos de Buenos Aires.
Este hallazgo y la descripción de Bühler, me desalentaron ya que en apariencia quitaban bases a mi teoría... "el cuerpo del delito había aparecido" y para colmo ....era de acero!.
Antes de entrar en materia más o menos filatélica quisiera dejar en claro el motivo principal por el cual ahora dudo en exponer la teoría con la misma fuerza y convicción con que la planeé en 1988.
MI TEORIA
El dibujo original del sello fue pasado a una madera y grabado a la manera xilográfica.
Es decir, lo que aparece en el sello.......( La imagen del barquito y demás) quedó en la superficie de la madera.
Todo lo que aparece en BLANCO fue excavado de dicha madera.
Esta hipótesis se funda en la forma de hacer el grabado y en los obvios trazos dejados por las distintas herramientas. Como grabador experimentado conozco esos trazos y las herramientas que los produjeron. Para mi, esos son trazos de gubias muyyyyy característicos. Al igual que sucedió con el grabado para la matriz del sello de Corrientes tanto Cataldi como Pipet hicieron un GRABADO EN RELIEVE a la manera xilográfica (y sobre madera).
Sostengo la teoría ya que pudieron haber sido grabados sobre metal y hasta con buriles...pero los mástiles y otras zonas que quedaron en negro no hubieran quedado así sobre el metal. También me atrevería a proponer que ni siquiera fueron hechos con BURILES sobre la madera. Son trazos muy gruesos, muy "burdos" y yo diría que elementales.
Por todo lo anterior....los espacios que quedaron en blanco fueron excavados con gubias sobre madera.
Cuenta la historia que….
…el grabador Pablo Cataldi ejecutó el grabado y los sellos se imprimieron en la Casa de Moneda de Buenos Aires, en forma tipográfica. Fueron adoptados por decreto del día 9 de Abril de 1858 como Emisión Provisoria.
Dice Don Víctor Kneitschel que del cuño original, con los cartuchos laterales en blanco, se sacaron cuatro matrices en zinc, una para cada valor.
De las matrices, convenientemente equipadas con el valor a la izquierda y FRANCO a la derecha se confeccionaron los cuarenta y ocho clisés individuales en estaño.
El Sr Bühler opina de otro modo. El dice, resumiendo, que:
1- Cuño original, grabado en acero, con óvalos huecos a la derecha e izquierda (imagen invertida)
2- Cuatro matrices, en las cuales la leyenda FRANCO y el valor, se imprimieron en el cobre mediante letras de acero (supongo yo que se trata de letras previamente grabadas y aplicadas al cobre a través de martillazos) y también quiero suponer (eso no lo dice Bühler), que dichas letras con las palabras Franco y los valores, son letras de acero INVERTIDAS ya que en el cobre apareció la imagen POSITIVA.
3-Cuatro gálvanos (imagen invertida)
4-Moldes en número suficiente, en las que con un punzón o un cincel, se retocaron las letras (imagen derecha-positiva)
5-Clisés, en cantidad suficiente, fundidos en los moldes y luego compuestos en planchas (imagen invertida)
Al traducir este artículo del Sr Bühler, el Sr Bose luego de considerarlo como de indudable interés, dice: "si bien acerca de los temas planteados en el,reservamos nuestra opinión "….
También menciona el Sr Bose que "...dentro de algún tiempo esperamos dar a conocer todos los antecedentes relativos a los Barquitos..."
En 1985 así lo hizo y me convenció aún menos que el Sr Bühler.
En aquél momento el Sr Bose dijo que ..." terminadas las cuatro matrices, Cataldi utilizó láminas de zinc y recortó de ellas trozos del tamaño de las matrices. Luego, a gran presión, troqueló cada uno de los clisés, uno a uno, valor por valor, hasta obtener 48 clisés idénticos para cada plancha.
Dice luego el Sr Bose..."Con estos clisés estampados como si fuesen medallas, compuso luego las cuatro planchas del mismo formato que las de los "Gauchitos", es decir, con 48 sellos cada una, colocados en seis hileras horizontales de a ocho cada una..."
El Sr Bose pone en negrillas “lo de las medallas”, obviamente para destacar el lógico parentesco entre su suposición y la profesión de Cataldi, que según cuenta Eduardo de Urquiza, era específicamente el hacer cuños en metal para hacer medallas.
Y aquí me toca hacer otra interrupción.
Al releerme me doy cuenta que parece que me dirijo al Sr Bose en sus referencias a la manera en que se fabricaron los clisés de los Barquitos.
Creo que en ese detalle el Sr Walter Bose se equivocaba. ¿Y?
Si a alguien respeto como hombre interesado en el tema, investigador de profundidad y entregado de alma a este y otros temas de nuestra historia postal y de comunicaciones es al Sr Walter Bose.
Admiro profundamente su persistencia, conocimientos y entrega de muchos años al tema y su enorme capacidad de análisis. Ojalá algún día yo posea una centésima parte de su conocimiento y tenacidad. Además me siento un poco irrespetuoso al contradecirlo, pero lo hago por que sin sus estudios yo no me hubiera interesado en los míos. Oscar Podestá ha sido "el aliento" cuando estoy en Buenos Aires, pero Bose ha sido el compañero constante y maestro, de tantas horas de lectura en Bogotá.
¿ Suficiente ?
Estos textos están siendo escritos aproximadamente desde el día 24 de Junio y hoy 30 de Junio acaban de informarme que el Sr Walter B.L.Bose ha muerto. (esto está escrito hace 22 años)
Guardaba la secreta esperanza de poder hablar con el en un próximo viaje a Buenos Aires y preguntarle sobre el famoso cuño, las matrices etc.
Aunque obviamente puedo modificar lo que me plazca de estos textos quiero dejarlos tal como están, quizá como un homenaje a este hombre. La coincidencia me tiene abrumado desde hace unas horas. Cinco años esperé para empezar a escribir sobre los Barquitos y cuando lo hago, de algún modo en contradicción con el Sr Bose, el va y se muere.
Ahora que está verdaderamente feliz, que no le interesen más los Barquitos, ni le quiten el sueño otras aventuras de la comunicación en la Argentina, esta pequeña e intrascendente polémica, pierde a su personaje más importante. No sé si en total seremos dos los interesados en el tema. Si quedo yo solo tendré que hablar con sus escritos. Lástima, era un gran tipo y lo extrañaremos.
LAS PLANCHAS ORIGINALES DE IMPRESION
Sea cual fuere la fabricación y materiales de esos clisés y matrices, resultó que cada uno de los valores fueron ordenados en 6 hileras horizontales de 8 clisés cada una y clavados en sus cuatro ángulos sobre una plancha de madera.
Los cuatro valores originales de los Barquitos eran de 2, 3, 4 y 5 pesos.
La reducción de porteo, en 1858, hizo necesaria la confección de los nuevos valores de 4 reales y 1 peso.