EL RECTANGULO QUE ENCIERRA EL OVALO
Como decía anteriormente, nada mas fácil que incidir ese rectángulo y dentro de el colocar un óvalo. Es jocosamente notorio como hasta usó la misma herramienta y del mismo ancho para excavar el rectángulo y el óvalo.
Se advierte, en el resto del grabado, la existencia de otras gubias mas delgadas, pero esta vez prefirió hacer la marcación primero y después dedicarse a los detalles. No está mal, pero denota demasiado facilismo.
Me asalta la culpa. Es como si estuviera hablando con el Sr Cataldi que está a mi lado y yo haciéndole una crítica sobre su técnica. Me olvidé por un momento de los ciento treinta y cinco años que pasaron desde entonces. En todo caso, sólo es culpable de estos equívocos mi falta de habilidad para redactar y la envidia que siento, también retroactiva, hacia el Sr Cataldi. Al fin y al cabo el grabó la mas importante estampilla de la Argentina y yo no puedo ni con el tango "La Cumparsita" en armónica.
LA IMPRESION DE LAS PLANCHAS ANULADAS
Lo primera decisión que tuve que tomar cuando tuve la plancha de los Barquitos en las manos, era saber si esa noche iba a dormir o no. Me había comprometido pasaje en mano, a estar en Bogotá el día 5 de junio y estuve.
Esa manía de cumplir con las horas y las fechas me privó de estudiar detalles sobre detalles del estereotipo, comparar con ciertas impresiones del Sr Arata y Lichtenstein y tratar de mejorar ciertos detalles de los sellos a base de calidad de impresión.
(Olvido decir que quería devolver las planchas al igual que hice con las originales de los Rivadavias, para que se exhibieran en el Museo).
Hubiera sido muy fácil que se lucieran en alguna de mis vitrinas en Bogotá. En el caso de los Rivadavias si llevé las planchas para limpiar e imprimir en Bogotá y luego hice un viaje especial parta devolverlas. En el caso de los Barquitos no quise hacerlo. El estado de los clisés era lamentable y no quise correr el riesgo de lastimarlos más aún y mucho menos de perder alguno).
Pude limpiar cuidadosamente los clisés con algunos materiales conseguidos a la ligera y en algunos casos, como en la posición 4, despegar mucha de la tinta que tenían un rato de estar allí (noventa y ocho años para ser más preciso).
No fue sino hasta las primeras impresiones del día 2 de Junio, que me di cuenta que la plancha estaba tal cual como el Sr Arata la había dejado en 1890.
Las posiciones que tienen los clisés en la plancha, tal como quedó después de la reimpresión Arata, no tienen nada que ver con las posiciones originales de los Barquitos en 1858. Cuando Arata recibió prestado por dos días los clisés, estos estaban sueltos y fueron clavados de manera arbitraria.
Así los encontré. Y pude comprobarlo gracias a algunas reimpresiones que publicó el mismo Dr Arata en donde advierto la exacta posición de los sellos.
Estas reimpresiones comienzan con 34 clisés.
Seis filas horizontales formadas así: La primera fila con cuatro clisés y las otras cinco filas con seis clisés cada una.
Según las posiciones Arata (6x6) la primera fila horizontal sólo tiene cuatro posiciones, y comienza con el sello Nº5 , si se toma en cuenta la original matriz de impresión que era de seis filas horizontales de OCHO sellos cada uno.
Como es sabido las planchas se anularon en 1893.
Es decir, hábiles y delictivos dedos quitaron peso de la plancha serruchando la madera y con ella dos filas de seis clisés cada una. Luego de 1890, y antes de 1893, dos clisés, las posiciones 1 y 2 de la plancha que imprimió el Dr Arata,
Es decir, hábiles y delictivos dedos quitaron peso de la plancha serruchando la madera y con ella dos filas de seis clisés cada una. Luego de 1890, y antes de 1893, dos clisés, las posiciones 1 y 2 de la plancha que imprimió el Dr Arata,
desaparecieron y no se han encontrado en ninguna cajita de madera en Alemania…que yo sepa.